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Hiporexia: causas, síntomas y consejos

La hiporexia es un problema frecuente en el envejecimiento que puede pasar desapercibido si no se presta la debida atención. Esta pérdida parcial del apetito, aunque sutil, puede tener consecuencias importantes en la salud del adulto mayor. Identificar sus síntomas, causas y saber cómo actuar es clave para prevenir complicaciones nutricionales y funcionales.
¿Qué es la hiporexia?
La hiporexia es una disminución parcial del apetito, que no llega a ser una pérdida total como ocurre con la anorexia. Afecta principalmente a personas mayores y puede ser una señal de alerta sobre su estado de salud física o emocional. Comprender esta condición es clave para prevenir la desnutrición y el deterioro funcional.
No debe confundirse con la falta de apetito puntual, ya que la hiporexia puede mantenerse durante semanas o meses si no se interviene adecuadamente. Además, puede ser síntoma secundario de enfermedades más complejas, como patologías neurodegenerativas o trastornos endocrinos. Por eso, su detección temprana es fundamental para evitar complicaciones graves.
¿Cómo afecta la hiporexia a los ancianos?
La hiporexia en ancianos tiene un impacto directo en su calidad de vida. Al reducirse la ingesta de alimentos, disminuye también el aporte de energía, vitaminas y minerales esenciales. Esto puede favorecer la aparición de problemas como debilidad muscular, caídas, infecciones recurrentes o deterioro cognitivo.
A largo plazo, este déficit nutricional puede alterar la funcionalidad general del adulto mayor, dificultando tareas básicas como vestirse, caminar o mantener la higiene personal. Además, se ha demostrado que la hiporexia está vinculada con una mayor tasa de hospitalización y mortalidad en personas mayores. También puede agravar otras condiciones preexistentes, como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares.
Síntomas más comunes:
- Falta de interés por la comida
- Reducción visible de la cantidad de alimentos ingeridos
- Pérdida de peso
- Cambios en el sabor de los alimentos o rechazo de ciertos platos
- Fatiga o debilidad general
- Deshidratación
- Irritabilidad o bajo estado de ánim
¿Qué causa la hiporexia en el adulto mayor?
Las causas de la hiporexia en el adulto mayor pueden ser diversas y muchas veces están relacionadas entre sí.
Principales causas:
- Cambios fisiológicos propios del envejecimiento
- Medicación (efectos secundarios)
- Enfermedades crónicas (diabetes, insuficiencia renal, etc.)
- Depresión o ansiedad
- Problemas dentales o de masticación
- Alteraciones del gusto o del olfato
- Aislamiento social o falta de estímulo en las comidas
Recomendaciones para abrir el apetito y mejorar la hiporexia
Si bien es necesario identificar y tratar la causa principal, existen medidas que pueden ayudar a estimular el apetito. Estas deben ser siempre supervisadas por un profesional sanitario:
- Ofrecer comidas visualmente atractivas y fraccionadas en pequeñas raciones frecuentes.
- Establecer horarios regulares y ambientes agradables durante las comidas.
- Fomentar la actividad física moderada, que puede aumentar el apetito.
- Adaptar la textura de los alimentos según la capacidad de masticar o tragar.
Si quieres conocer más estrategias para estimular el apetito, consulta nuestro artículo sobre cómo abrir el apetito a una persona mayor.
Fuentes de información
- Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG)
- Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social
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