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Consejos para asear una persona mayor encamada

¿Sabes cómo asear a una persona mayor encamada? La higiene es uno de los cuidados más importantes cuando hablamos de personas mayores que se encuentran encamadas.

En estos casos, necesitan ayuda para seguir sus pautas de aseo. Unos buenos hábitos previenen la aparición de lesiones cutáneas e infecciones. Además, es un derecho para el paciente, que contribuye a una buena calidad de vida. 
 


 

¿Qué tener en cuenta antes de asear a una persona mayor en la cama?

Cuando pienses en cómo asear a una persona mayor encamada, considera que, aparte de cuidar la higiene, la rutina de aseo favorece la circulación sanguínea y la motilidad gastrointestinal. 

Además, previene la aparición de úlceras por presión y favorece la relajación y el sueño reparador. Por otra parte, es beneficioso para la autoestima. 

Por todo ello, es una actividad diaria indispensable. Para llevarla a cabo, se requieren ciertos conocimientos, habilidades o destrezas por parte de la persona cuidadora, que no siempre están a su alcance. 

A veces, por diferentes circunstancias, no resulta sencillo manipular el cuerpo de una persona mayor que no puede colaborar demasiado. Y evitarle molestias es uno de los objetivos que tenemos que cumplir. 

Así que, en aquellos casos en los que no se sepa cómo asear a una persona mayor o no se pueda realizar dicha tarea, puede ser conveniente buscar ayuda profesional y solicitar servicios en domicilio para satisfacer las necesidades de aseo de la persona mayor.

Evita las prisas

Hay que tomarse el tiempo necesario, debe hacerse con tranquilidad, esmero y paciencia. Procura que no haya interrupciones y evita las tensiones. Un rato de aseo bien hecho ayuda a que la persona mayor se relaje. 

Ten a mano todo lo que necesites

En esta tarea la previsión es fundamental. Prepara todo lo necesario (agua, jabón, esponja, la toalla, desodorante, ropa…) para evitar distracciones y tiempos de espera en los que la persona mayor pueda pasar frío o corra el riesgo de caerse. 

Busca la privacidad

Intenta respetar su privacidad en todo momento. Recuerda que el aseo es una actividad privada, pero que, por sus circunstancias, la persona necesita ayuda para llevarla a cabo. 

No dejes a la persona mayor sola

Es importante que no te separes de ella en todo el proceso de aseo. Minimiza tus ausencias de la estancia para coger cosas, etc. Así, evitarás que pueda caerse, cortarse o realizar un movimiento inadecuado. Por ello, la importancia de preparar todas las cosas que necesitas antes de comenzar. 

Ten en cuenta la temperatura del agua y de la estancia

Ajusta bien la temperatura y evita las corrientes de aire. Si la persona puede transmitirlo, es importante preguntar cómo le gusta la temperatura del agua.

Asea a la persona mayor por partes

Para evitar que pase frío, lo más indicado es asear a una persona mayor encamada por partes, poco a poco. Cada zona debe ser enjabonada, aclarada y secada. 

Realiza el aclarado rápido

Aclara lo más rápido posible, para que el jabón no seque ni irrite la piel. Procede, después, al secado y abrigo de la zona lavada. 

Seca bien los pliegues cutáneos

Es muy importante secar los pliegues cutáneos pasando una toalla debajo del pliegue submamario en las mujeres y en los pliegues abdominales e inguinal.
Igualmente hay que pasar la toalla en los espacios interdigitales para secar bien entre los dedos.

Ten tacto

Realiza las tareas de aseo con delicadeza y con materiales agradables: esponjas, toallas y ropas confortables y suaves, etc.


Cómo lavar a una persona mayor encamada

Como te hemos explicado, durante la rutina de aseo es importante lavar por partes y llevar un procedimiento ordenado. De esta forma, si seguimos un orden, nos aseguramos de no olvidar ninguna parte del cuerpo. 

Se recomienda empezar por las partes que se conservan más limpias y finalizar con las que corran más riesgo de infecciones.

Por lo demás, es preciso hacerlo con la máxima atención y el mayor cuidado.

Cabeza

Nos detenemos ahora en el aseo de las diferentes partes que componen la cabeza, desde el cuello hasta el cabello. 

Ojos

Para limpiar los ojos, utiliza una toalla mojada en una de sus esquinas y recorre desde la zona exterior hasta el interior. También puedes utilizar una gasa mojada con suero fisiológico. 

Oídos

Moja otra esquina de la toalla y limpia las orejas. Retira el cerumen y la suciedad de la zona exterior de los oídos con un bastoncillo, nunca lo introduzcas en el interior para evitar lesiones. 

Cuello

Límpialo con una toalla mojada. Procura secar conforme vayas lavando para evitar que la persona se quede fría. 

Boca

¿Sabes cómo asear a una persona mayor encamada y cuidar también por su limpieza bucodental? Si es lo suficientemente independiente como para lavarse los dientes sola, lo mejor es que sea ella misma la que lo haga. En caso contrario, utiliza una gasa con enjuague bucal. 

Extremidades superiores: brazos y manos

Coloca una toalla debajo del brazo y hazlo desde la axila hasta la mano. Procede a lavar también las manos y las uñas sumergiéndolas en agua templada. 

Abdomen y tórax

Retira la sábana y, a continuación, lava, enjabona, aclara y seca la zona, siempre con movimientos circulares. Aplica crema hidratante si detectas que tiene la piel seca (lo mismo en el caso de brazos y manos y extremidades inferiores).


Extremidades inferiores: piernas y pies


Primero, tapa la zona del abdomen con una toalla. Después, destapa las piernas. En esta parte del cuerpo procederemos de forma similar a lo hecho con las extremidades superiores. Limpia, enjuaga y seca. 
Mete los pies del mayor en una palangana y limpia con suavidad. 

Genitales

Coloca un empapador para no mojar la cama. Después, separa las piernas de la persona mayor, lava, enjabona y aclara. Puedes utilizar una gasa mojada en agua con un poquito de jabón. 
Limpia con cuidado, tanto la zona púbica como el pene (en el caso de los hombres) y la vagina (en el de las mujeres).  

Espalda y glúteos

Para realizar esta acción, tienes que poner a la persona de lado en la cama, ayudada por almohadas. Procede al lavado de la espalda y glúteos con movimientos circulares. Después, masajea con crema hidratante para hidratar la piel, estimular la circulación y prevenir la aparición de llagas y úlceras. 

¿Cómo lavar el pelo a una persona mayor en cama?

Para lavar el cabello, puedes poner la cabeza del mayor sobre un plástico en un lateral de la cama, asegurándote de que está cómodo. Deja un cubo en el suelo y vierte agua a la temperatura antes indicada sobre su cabello. Enjabona, enjuaga y seca con toalla y secador, lo más rápido posible para evitar enfriamientos.

Cambia la ropa de cama después del aseo

Aprender cómo lavar a una persona encamada implica practicar otras tareas relacionadas con los cuidados, como el cambio de la ropa de cama. 

En realidad, esta debe ser la última parte del proceso de aseo de la persona mayor. 

Después de lavar y secar las diferentes partes de su cuerpo, llega el momento de retirar la ropa de cama sucia y húmeda. 

  • Para ello, retirar primero la colcha y la manta si las hubiera. Si se van a utilizar luego, se doblan hacia los pies y colocan en una silla. Mantener la sábana encimera sobre el paciente para que esté cubierto y no coja frío y hacer que la persona se ponga de costado (en decúbito lateral), de forma que deje libre la mitad de la cama. 
  • Quitar la sábana bajera sucia y enrollarla desde el extremo hacia el centro de la cama, hasta la espalda del paciente. 
  • A continuación, colocar la sábana bajera limpia en el lado que ha quedado libre, desde la cabeza a los pies y desde el extremo hasta el centro de la cama ajustándola bien por arriba y por abajo.  
  • Seguidamente, debes ayudar a la persona a ocupar la mitad de la cama con sábana limpia, manteniendo la posición de costado, pero del otro lado. 
  • Retirar el lado sucio, extender la sábana limpia y ajustar en los extremos
  • Colocar el resto de la ropa de cama, extender la sábana encimera limpia mientras se retira la sucia, para que el paciente esté cubierto, Añadir mantas si procede.
  • Después, quitar la funda sucia de la almohada y colocar una limpia. 


Ahora que ya sabes cómo asear a una persona encamada es el momento de ponerlo en práctica. 

Recuerda hacerlo siempre con mucho cariño y dedicación. 

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